Cátedra Jorge Basadre

Blog-Homenaje a la memoria de Jorge Basadre,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

viernes, julio 20, 2007

Los cachorros y el jefe
El historiador visto por ojos del Siglo XXI *

Dos jóvenes historiadores y un grupo de estudiantes y recién egresados de Historia de San Marcos y la Católica hablan sobre Basadre. La mayoría lo reconoce como un gran ejemplo y solo algunos se atreven a criticar algunos aspectos de su obra. Un diálogo imaginario entre los jóvenes y el viejo maestro.

Eduardo Torres Egresado de Historia (Universidad Católica del Perú), Especialidad: Siglo XVII, 26 años:

“Aunque todo el mundo lo ve como el historiador de la República, él también tiene trabajos fundamentales sobre la época virreinal, como su libro sobre el Conde de Lemos, escrito en 1945. Ahí hace una interpretación magnífica de la Colonia consultando archivos en España, Inglaterra y Alemania. A diferencia de algunos intelectuales de su generación, él leía inglés y consultaba a historiadores extranjeros. Otra cosa admirable es su narrativa simple y clara. Tenía un nivel heurístico perfecto, lo que demuestra su interés por llegar a un gran número de lectores”.

Jannyna Cotrina Estudiante 5to. año de Historia Especialidad: Colonia, 23 años:

“La imagen que tenemos de Basadre es la de un gran historiador de la época republicana, y todo lo escrito por él sirve de base hoy para nuevas investigaciones. En San Marcos lo vemos como un gran estudiante de la universidad, un buen profesor, y también un eficiente director de la Biblioteca Central. Para los historiadores es un gran ejemplo a seguir como lo fue Porras Barnechea. En lo personal creo que una de sus obras más renombradas es "La ciudad, la multitud y el campo en la historia del Perú", un libro que escribió muy joven y que tiene gran vigencia”.

Gladys Vásquez Estudiante 5to. año de Historia Especialidad: Colonia, 22 años:

“Lo que más me impresiona es el proceso de elaboración de sus libros. Esa evolución que tiene a partir de su viaje a Europa, cómo va creciendo como científico social dentro de la ciencia histórica. Yo decidí estudiar historia gracias al ejemplo de Basadre, de Porras, que fueron intelectuales que decidieron hacer ciencia a través de la historia, que buscaron descubrir la verdad y entender el papel de cada individuo en el tiempo. Hay que recordar lo que dice Dilthey: los hechos históricos continúan vivos y la labor del historiador es atraparlos y entenderlos”.

José Ragas Egresado de Historia. Universidad Católica del Perú Especialidad: Historia electoral, 26 años:

“Tanto para quienes estudiamos historia electoral como política Basadre es referencia obligada. Sin embargo entre algunos intelectuales se ha generado una excesiva reverencia por sus trabajos al punto de llegar a pontificar todo lo que dice. Esto no nos permite ir más allá. Hay que tener en cuenta que cuando él escribe su máxima obra, "La Historia de la República", no había muchos archivos disponibles. Por eso, creo que su obra puede ser perfectible. El mejor homenaje que podemos hacerle es ir más allá. Su trabajo debe ser un punto de partida y no un punto de llegada”.

Jorge Huamán Estudiante 5to. años de Historia Universidad de San Marcos Especialidad: Historiografía, 24 años:

“Es un caso peculiar dentro de la historiografía peruana. Es probable que su nacimiento en la Tacna ocupada influyera en su decisión de inclinarse por los estudios republicanos. Eso se evidencia desde sus primeros años de estudiante, cuando se interesa por los problemas limítrofes y participa en las comisiones plebiscitarias. Yo admiro la sencillez de Basadre, sus juicios y reflexiones. Y me quedo con una frase suya, cuando Macera en el libro "Conversaciones con Basadre" le pregunta: ¿Cómo calificaría usted su vida? Basadre responde: "Reconozco que la mía no ha sido la vida de un héroe, pero en todo momento siempre he tratado que sea la de un hombre justo".

Ybeth Arias Egresada de Historia Universidad de San Marcos Especialidad: Monasterios, siglo XVIII, 24 años:

“Una de las cosas fundamentales es que tuvo una visión global de la historia del Perú. Si bien fue influido por su infancia en Tacna, sus reflexiones son muy interesantes, sobre todo sus explicaciones de la continuidad de algunos procesos de la Colonia a la República, y de la formación de las clases dirigentes en el Perú. Uno se da cuenta de la independencia de sus convicciones intelectuales cuando lee "La vida y la historia". Incluso Basadre se percata del papel de la mujer en diversas épocas y regiones, dando pautas de lo que hoy se conocen como estudios de género”.

Oscar Reynoso Estudiante 5to. año de Historia Universidad de San Marcos Especialidad: República, 22 años:

“Trató de plasmar una teoría personal de la historia, y sus temas giraron en torno a las ideas de Nación y Estado en el Perú. Todos sus trabajos son un proceso que apuntan a esa finalidad, a que el Perú fuera una Nación. Es interesante notar como Basadre crea su metodología a partir del aprendizaje del proceso histórico peruano. Mi trabajo por ejemplo se centra en el impacto de la modernidad en el Perú, una idea que ya está en Basadre, pero que a mi juicio falta desarrollar. Es un vacío que buscamos llenar”.

Emilio Candela Jiménez Egresado de Historia Universidad Católica del Perú Especialidad: Historia contemporánea política, 24 años:

“Su importancia radica en que amplía el campo de la historia que en ese momento estaba reducido a hechos militares y políticos. Basadre incluye aspectos sociales, económicos, culturales y cotidianos. También se debe resaltar su labor política e intelectual. Fue director de la Biblioteca Nacional, después del incendio de 1943; fue ministro de educación y antes, a los 28 años, ya había participado en la elaboración del primer estatuto electoral de 1931 que dio el voto secreto. Para quienes nos interesamos por la República Basadre es fundamental. La tarea es continuar esta historia”.


UN LEGADO INELUDIBLE EN EL TIEMPO

Juan Luis Orrego, Historiador (Universidad Católica):

“Basadre pertenece a esa generación de intelectuales que, creo, ya no vamos a ver. Una generación prolífica en una época en que no había computadora, cuando se escribía a mano o a máquina, y se organizaba el trabajo a través de fichas, libretas y cuadernos. Esto le permitió elaborar una información gigantesca. Sus siete ediciones de la Historia de la República así lo demuestran. Cada una de ellas es una revisión de sus ideas, lo que demuestra disciplina, dedicación y frescura.

Otra de sus grandes contribuciones fue plantear el derrotero de la República, fijando sus procesos y etapas. Hoy en nuestros libros y clases seguimos utilizando la terminología que él estableció. "La Prosperidad falaz" (para la época del guano), "La Reconstrucción Nacional" (después de la Guerra con Chile), "La República aristocrática" (los primeros años del siglo veinte), etc. Son nombres inamovibles. En ese sentido su trascendencia es inmensa.

Creo que fue el primer historiador peruano que alcanzó eso que los franceses llaman "la historia total". Y fue también el primer historiador de los grupos populares con su libro "La multitud, la ciudad y el campo en la Historia del Perú". Ahí muestra una precocidad intelectual sin precedentes en América Latina, pues vislumbró en los veinte algo que se materializó en los años cincuenta”.

Gustavo Montoya, Historiador (Universidad Nacional Mayor de San Marcos):

“Lo primero que llama la atención es la vastedad de su obra. No existe literalmente una época a la que él no haya dirigido su atención. Si bien centró su estudio en la República, a partir de ahí organizó todo un programa historiográfico para entender el proceso histórico peruano. Con esto dio una utilidad empírica a la reproducción histórica y una utilidad política al conocimiento histórico. A lo largo de sus ensayos, él sostiene que la Nación peruana podía ser constituida por el Estado. Organizó el conocimiento sobre el pasado de tal manera que actores colectivos diferentes, como los que conforman el Perú, pueden ser vistos como una comunidad dentro de la diversidad. Antes de él muchos veían en esta disparidad un elemento perturbador, pero Basadre interviene en este debate investigando el regionalismo, la trayectoria del Estado peruano, su origen, su evolución, sus componentes ideológicos, etc. Basadre termina elaborando un programa de vida en el que su biografía se confunde con la sociedad a la cual investiga. Es un compromiso ético notable. En él se ve cómo el conocimiento histórico se convierte en utilidad concreta y real, con creatividad, responsabilidad y audacia”.


* Publicado en el Suplemento Dominical del diario El Comercio, el 09/02/2003

El Reportero de la Historia, 9:25 a. m.

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