Cátedra Jorge Basadre

Blog-Homenaje a la memoria de Jorge Basadre,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

jueves, julio 19, 2007

Palabras en vigencia *

La obra de Jorge Basadre Grohmann es asombrosamente prolífica. Historia, crítica literaria, ensayos sobre la realidad nacional y sus propuestas. Para refrescar la memoria de quienes lo conocen y para los que solo escucharon de él en el colegio, les presentamos algunos fragmentos notables.

En 1956 Basadre publica "Fundamentos de la Historia del Derecho" donde toca un tema crucial en la vida nacional: La corrupción. La cita se refiere al organismo que se creó - con prerrogativas y categoría de Corte Suprema- para investigar por enriquecimiento ilícito al fenecido gobierno de Augusto B. Leguía. La historia parece repetirse.

"El Tribunal de Sanción no creó un precedente y nunca se ha tratado de revivirlo, por más que hayan existido después de 1930 notorios casos de enriquecimiento ilícito. El Perú carece de una legislación eficaz contra ese delito pues la de carácter ordinario peca al respecto de lenta e ineficaz y no puede ser invocada. Si se quisiera en algún eventual momento de revolución nacional, improvisar una legislación extraordinaria, ella correría el riesgo de caer en la arbitrariedad. Lo aconsejable sería que, serenamente, se reformase la legislación ordinaria para hacerla rápida y oportuna".

El estudio de nuestra historia le permitió a Basadre observar problemas persistentes en la vida diaria aplicables a cualquier actividad. A casi 45 años de la publicación de "La Promesa de la Vida Peruana" (julio 1958) nos presenta un cuadro en el que algunos podrían reconocerse y un llamado al cambio. Al que le quede el saco, que se lo ponga.

“La promesa de la vida peruana, sentida con tanta sinceridad, con tanta fe y con tanta abnegación por próceres y tribunos, ha sido a menudo estafada o pisoteada por la obra coincidente de tres grandes enemigos de ella: los Podridos, los Congelados y los Incendiados. Los Podridos, han prostituido y prostituyen palabras, conceptos hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe. Los Incendiados se han quemado sin iluminar, se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata....Toda la clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos."

Una de las principales preocupaciones de Basadre es el trato que nos damos los propios peruanos. Es un tema recurrente que aparece de una u otra forma a lo largo de su obra, con mayor o menor fuerza. Y cada vez hace un llamado a la reflexión para buscar el cambio, ese que al irse no vio.

"Necesitamos trabajar para que se difunda el ‘querer existencial nacional’ compuesto de cariño, orgullo, comprensión y fe para el propio país. Tal vez porque él no fue demasiado fuerte, tuvimos horas de desgracia en el pasado. Y nada nos dice que el porvenir será idílico en el mundo.

Pero el 'querer existencial nacional' no será posible mientras arda la guerra civil en el alma de los peruanos. El desprecio o el encono entre región y región, entre raza y raza, entre clase y clase abren cortes horizontales en el alma del país para impedir, consciente, o subconscientemente, su integración. La elocuente voz de González Prada que se alzó después de la catástrofe del 79, bien pronto cambió sus imprecaciones contra el invasor en imprecaciones contra hombres, ciudades, instituciones y cosas del propio país. Y más tarde, al llegar hasta nosotros los ecos de las tremendas luchas sociales de nuestro tiempo, esa guerra civil se ha avivado, hasta alcanzar proporciones monstruosas. Agréguese a todo ello, cierto 'complejo de inferioridad', cierta voluptuosidad que hay en algunos para zaherir o difamar a determinados aspectos o matices o épocas de nuestra formación histórica y se tendrá una mediana idea de nuestra presente desorientación". (Extraído de "En torno a la enseñanza de la historia del Perú". Número 5 de la Revista Historia. Volumen 1. Noviembre-Diciembre 1943)

Dicen que la Patria se hizo a caballo, y la hicieron los que cabalgaban junto con los de a pie. A los 25 años Basadre tenía una clara idea de lo que era el Ejército, del papel que debía jugar en la historia y del espíritu de sus integrantes. Una vez más el historiador funge de visionario.

"El Ejército en el Perú no estuvo acompañado por el orgullo de una casta social poderosa que le diera exclusivamente sus elementos. No tuvimos que pasar por la evolución que en Europa han pasado ciertos países desde el ejército nobleza, grado inferior en la evolución de las nacionalidades al ejército nación. Más bien, el cuartel tuvo aquí un carácter democrático. Ello se acentuaría más tarde, cuando desaparecieran las huellas inmediatas de la Independencia, cuando viniera el civilismo. Y luego hubo de ser también a veces el refugio de capacidades que nacieron sin el bienestar, hubo de recular a sus hombres en las clases que sufren. Eso y también la circunstancia de que el militar, siempre que no sea inmoral, no puede llegar a ser rico, mientras el proveedor, el bolsista, el financista, son los únicos que ganan en el Estado sin justicia, son hechos que, a pesar de todas las corrupciones, han de tener incalculable trascendencia en los futuros episodios de la transformación social peruana".

(Extraído de "Bosquejo sobre la clase militar en los primeros años de la República", Mercurio Peruano, año XI Vol XVII, No. 117. Marzo de 1928)

En noviembre de 1979, casi al final de la dictadura militar y muy cerca del final de su vida, Jorge Basadre participa en la XVIII Conferencia Anual de Ejecutivos (Cade) en su natal Tacna. Allí, en un discurso para la historia, hace un resumen de su trabajo y, como no le gustaban las dictaduras, llama "felón" a Francisco Morales Bermúdez. Pero como buen maestro, él quiere enseñar lo que sabe.

“He aprendido también que en el Perú no hay una unidad geográfica, ni racial, ni lingüística; pero que esta comunidad histórica, que enmarca las vidas de todos nosotros querrámoslo o no, se ha ido haciendo penosamente en una marcha multisecular llena de contradicciones y dentro de una realidad multiétnica y una gran pluralidad de características y dentro de una trayectoria que, en tales o cuales momentos, pudo parecer que florecía y en otras ocasiones, en más de una oportunidad, quedó en honda desolación para luego, a pesar de todo, seguir una vez más. En suma, aunque es tan rico y tan complejo el pasado del Perú, lo que importa sobre todo no es lo que fuimos sino lo que, si, venciendo la inextinguible capacidad nacional para buscar la propia agonía espiritual con el yaraví de la autoflagelación y de la autonegación, o para soplar en el futuro del encono, pudiéramos ser si de veras lo quisiéramos”.


El Reportero de la Historia, 9:09 a. m.

1 Comentarios:

Tuve la suerte de conocer a Basadre cuando me iniciaba como entusiasta directora de una revista literaria llamada Contrapunto y para la que entreviste al ilustre Basadre en su casa, una entrevista sobre Arguedas ..que se me perdiera en el camino...Sin duda un Maestro, sencillo y generoso con los jovenes que ibamos a llenarnos de su sapiencia.
Anonymous Anónimo, at 10:50 a. m.  

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