Cátedra Jorge Basadre

Blog-Homenaje a la memoria de Jorge Basadre,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

domingo, julio 15, 2007

Una apuesta por el futuro *

Por Manuel Burga

Un hombre dedicado tercamente a plantear alternativas para el país que lo vio nacer en base al conocimiento de su pasado y en la fe para la solución de sus contradicciones es la imagen que nos presenta uno de sus fieles discípulos.

Don Jorge Basadre, por la coherencia y dimensión de su obra, nos hace recordar a otros grandes intelectuales de épocas cruciales de nuestra historia. El Inca Gracilaso de la Vega, por ejemplo, se preparó casi toda su vida para escribir, casi a los 70 años, sus Comentarios Reales (1609), culminando así un gran proyecto intelectual iniciado en su niñez para responder a las preguntas de sus tíos maternos cuando se lamentaban de la inexplicable derrota. Igualmente, solía decir Luis Alberto Sánchez que la Generación del 900 "heredó el peso de la catástrofe de la Guerra del Pacifico y adquirió el deber, por consiguiente, de analizar exhaustivamente las causas del fracaso y las posibilidades de resurgimiento". Por eso fue una generación auténticamente nacionalista, que resume su esplendor y decadencia en la dramática vida de Francisco García Calderón Rey (1883-1953), familiar e intelectual admirado por Jorge Basadre. A ambos les tocó vivir duras situaciones derivadas de la Guerra. Jorge Basadre pasó su niñez en Tacna (1903-1912), durante el cautiverio, que marcó profundamente su preocupación por la historia y decidió su proyecto: explicar la derrota y mostrar la viabilidad de la República.

Por eso no es extraño que la idea de nación atraviese toda su obra y que, para él, República sea casi sinónimo de ese gran proyecto colectivo común. Pensó la República con sus constituciones, grandes hombres, políticas públicas y guerras, como una organización constructora de la Nación. Desarrolló un inmenso proyecto intelectual, la Historia de la República, como una obra para todos los peruanos, para reconocer las frustraciones del pasado y unirse alrededor de un proyecto común. Desde La multitud, la ciudad y el campo en la historia del Perú (1929), pasando por Perú: Problema y posibilidad (1931), hasta la Introducción a las Bases documentales de la Historia de la República (1971), su gran preocupación fue el Perú republicano y la construcción de la Nación.

Don Jorge Basadre, en este afán, como retomando la inspiración de la Generación del 900, pero en una época de menos brillo, de crisis y pesimismo, nunca desmayó en su empeño, ni su lucidez lo llevó a la esquizofrenia y la locura, sino que se mantuvo firme en una apuesta positiva por el Perú. Por eso no se limitó solamente a escribir la Historia de la República, sino que actuó, como docente y funcionario público, en esa misma dirección. Esta conducta la encontramos descrita en su libro Materiales para otra morada (1960), donde aparece el historiador actuando como sujeto o hacedor de la historia. Allí lo encontramos como profesor, bibliotecario, promotor cultural de la OEA y ministro de educación. Basadre siempre invitó a desarrollar la conciencia patriótica en la universidad y muy poco entendieron su mensaje. En su actuación pública utilizó: a) El conocimiento del pasado; b) la nación como posibilidad; c) la necesidad de desaparecer la oposición entre "Perú Oficial" y "Perú Real"; y c) el valor de nuestra diversidad natural y cultural.

Estas cuatro herramientas las encontramos en uso tanto en su actividad de historiador, como en su ejercicio docente y como funcionario público. Su apuesta por un gran proyecto historiográfico, explica por qué Jorge Basadre ha resistido los enormes cambios de las últimas décadas y por qué ahora lo encontramos tan actual. Quizá la coherencia entre su vida y su obra, la terquedad por superar las derrotas y las ocasiones desaprovechadas; su compromiso permanente con el Perú del futuro, con la construcción de otra morada, con una auténtica nación peruana, lo han convertido en un hombre del presente y el futuro en el Perú: un hombre que nos recuerda que la prosperidad repúblicana es aún una promesa por cumplir.


* Publicado en el Suplemento Dominical del diario El Comercio, el 09/02/2003


El Reportero de la Historia, 8:57 a. m.

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