Cátedra Jorge Basadre

Blog-Homenaje a la memoria de Jorge Basadre,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

jueves, julio 05, 2007

Un estudioso del Perú

Por José Agustín de la Puente Candamo
Historiador



Buen momento es este, del recuerdo de los cien años del nacimiento de Jorge Basadre, para acercarnos a su obra para pensar en lo que le debemos los peruanos.

Múltiple y rica ha sido su contribución al conocimiento del Perú y a la aproximación a las raíces de nuestra sociedad. Le debemos su fidelidad a la vocación de historiador, a la investigación y a la enseñanza; le debemos su afecto entrañable a la tarea del maestro; le debemos su labor seria y dedicada a la reconstrucción de la Biblioteca Nacional, luego del incendio de 1943; le debemos su interés por el estudio de la vida cotidiana; le debemos el bello y pequeño libro "Mi infancia en Tacna", que expresa y transmite el espíritu peruano de los años terribles de la chilenización; le de bemos, al lado de artículos, conferencias y libros, la sistematización del conocimiento de la historia de la República; le debemos, en fin, por encima de todo, un espíritu que no fue mezquino, y que buscó siempre el mejor conocimiento del Perú y de la entraña de la nacionalidad. Ese amor por el Perú puede reconocerse desde los tiempos de su niñez, como lo afirma en el ya mencionado libro "Mi infancia en Tacna":

"Un importante elemento de mi formación intelectual proviene de los días de mi infancia en Tacna. Es el sentimiento de la 'patria invisible', el concepto del Perú como un símbolo. El Perú fue para mí, como para muchos, lo soñado, lo esperado, lo profundo; el nexo que unía la lealtad a los antepasados, al terruño y al hogar, con el conocimiento vago de una historia reiteradamente luminosa, a pesar de numerosas caídas, y la fe en un futuro de liberación".

Fue Basadre un convencido creyente en el Perú. Ajeno a toda historiografía triunfalista, estuvo a la vez distante de una imagen iconoclasta y sombría del país.

Si hoy escucháramos su voz, que podríamos recoger de sus escritos, y que rechaza toda forma de pesimismo, se fortalecería en el ánimo de uno y otro peruano una serena certidumbre frente a la realidad y el futuro del Perú. Él nos diría, como lo expresó una y otra vez, que es cierta la fortaleza de la comunidad peruana, que su origen histórico milenario le concede una personalidad superior a todo ejercicio retórico. En un fragmento de "Mentira o factibilidad del Perú" -texto recogido en "Apertura"-considera los esfuerzos de generaciones diversas de peruanos:

"Cualesquiera que hubiesen sido sus defectos, sus limitaciones y sus faltas que las nuevas generaciones deben superar, indican que, en momentos sumamente difíciles, el Perú encontró adentro una fuerza, por muchos insospechada, en su pueblo y salvó graves escollos; o se levantó de la tumba por la fe en los valores que enaltecen y justifican el existir aunque muchas veces ese esfuerzo se estancara o se desviase más tarde".

Al lado de su obra capital, "Historia de la República del Perú", le debemos investigaciones y ensayos que ayudan a entender nuestra memoria común y nuestra visión del futuro. Pienso en su artículo "Notas sobre la experiencia histórica peruana", que estudia la transformación de la vida cotidiana, germen de nuestra propia identidad y principio de la síntesis andina e hispánica que está en la sangre de todo lo peruano. Pienso, asimismo, en su artículo sobre la idea de patria en la Emancipación, y no olvido sus semblanzas biográficas y las bellas analogías que presenta en su obra fundamental.

Basadre nos diría, como maestro cabal que fue, que nuestra tarea capital en la hora presente es la de promover y fortalecer la educación -no solo la instrucción- de la persona; que debemos vencer toda forma de egoísmo, de atolondramiento, de improvisación o de pesimismo, y que es posible mirar con esperanza el futuro del Perú.


Publicado en el diario El Comercio, el 12/02/2003

El Reportero de la Historia, 11:25 a. m.

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