Cátedra Jorge Basadre

La comisión del Congreso considera como uno de los más significativos actos recordatorios de este natalicio recuperar la casa donde se inició tan fructífera vida, a fin de convertirla en sede de una institución que Basadre consideró esencial para su tierra: Un centro de estudios

Hoy el país recuerda el nacimiento de uno de sus hijos más ilustres y sin duda alguna el que más ha hecho por rle luz y sentido a su existencia como nación y como Estado. Asociar esta fecha a Tacna resulta inevitable. No solo por la circunstancia de que Basadre naciera allí, sino por el impacto que tuvo a lo largo de su vida una infancia discurrida bajo bandera invasora.

Tres fueron los vectores fundamentales que Basadre considera definieron la arquitectura de su vida: Tacna, San Marcos y la Biblioteca Nacional. La infancia en Tacna le enseñó dolorosamente la emoción del Perú, la Biblioteca Nacional el cultivo temprano de los estudios históricos y San Marcos la inquietud social por los problemas del Perú. Celebrar el centenario del nacimiento de Basadre nos lleva necesariamente entonces a las raíces más íntimas del hombre y de su obra. A meditar en ese sentimiento indeleble del que obtuvo fuerza permanente para acometer los actos más significativos de su vida, para resistir los sinsabores y desventuras del Perú cotidiano, circunstancial, y no perder jamás la fe en la patria invisible, en la comunidad imperceptible pero intensa que nos une, rodea y protege frente a las asechanzas de la escisión y las incertidumbres del futuro.

No es de extrañar entonces que la comisión del Congreso, encargada de impulsar estas celebraciones, considera como uno de los más significativos actos recordatorios de este natalicio recuperar para la nación la casa donde se inició tan fructífera vida, a fin de convertirla en sede de una institución que Basadre consideró esencial para su tierra: Un centro de estudios "... sobre la zona del Pacífico Sur que atraiga estudiosos de Chile, Bolivia y el Perú cuando menos, bajo los auspicios de la Junta de Cartagena, la OEA y de la ONU".

Esta casona, ubicada en el corazón de la ciudad, su Plaza de Armas, constituye con la catedral y la prefectura, una unidad. "Ajeno estoy a la necedad de pensar que fuese un modelo de inmueble edificado para mi abuelo por Aniceto Ibarra..." -recordaba con emoción el Basadre maduro-. Lo único que trató de expresar es que detrás de la fachada de piedra de cantería netamente tacneña, experimente en cada momento, la sensación de vivir en una mansión sugeridora de la idea de espacio amplio y no excesivo, lleno de lugares ocultos... Era como si al construir aquella casa mis abuelos hubiesen metido sus manos en la tierra sembrando allí lo que esperaban les sobreviviera". Abandonada, maltrecha, la casa se muere de olvido y de polvo. Los tacneños hace mucho anhelan convertirla en Museo Ba sadre, Biblioteca Basadre. El proyecto que la comisión me ha encargado preparar recoge esos esfuerzos y busca convertirla en un complejo cultural que integre museo, biblioteca, centro de investigación y documentación regional. Bajo la tutela de un patronato de amplia base, este complejo devendrá en punto de referencia nacional no solo para recordar el pasado sino, sobre todo, para conocer el presente y mirar el futuro de la región sur, incluyendo los países vecinos y la Cuenca del Pacifico.

El actual ministro de Educación, miembro de la comisión, apenas asumió el cargo, con entusiasmo y en silencio, abrió la trocha para los primeros pasos. Un basadriano empresario e historia dor (binomio afortunado) nos ha permitido presentar el proyecto a la empresa minera más importante de la región sur. El ex canciller que dio la Orden del Sol a Basadre hace gestiones con un empresario clave de nuestro mundo financiero actual. El nuevo presidente de la región Tacna ha prometido recursos para mantener operativa la institución. También el Ministerio de Economía ha ofrecido su concurso al presidente de la comisión.

Que la memoria de Jorge Basadre y sobre todo la patria invisible bendigan esos y otros esfuerzos seguramente en marcha. Lo que ahora se requiere es que no sean mucho tiempo promesa y devengan en esperanzada realidad.



Publicado en el diario El Comercio, el 12/02/2003